28.12.13

fábulas de yeso-po: mala pata flaca

   Creo que mi primer recuerdo de alguien enyesado es de cuando estaba en primero básico y a un compañero le enyesaron el pie derecho por pisar mal jugando a la pelota. Antes de eso, a mi hermano le habían enyesado su brazo izquierdo, pero yo tenía 3 años y no tengo más recuerdo que el de una foto de él vestido como o'higgins luciendo el yeso.
   Después me he encontrado con varios amigos que sufrían de esa (des)gracia y de ellos sí tengo recuerdos. De hecho, tengo el recuerdo awnao de haber sentido una sutil envidia al verlos, de saber cómo era, qué se sentía. Era claro, una envidia por nunca haberlo experimentado, pero ni tan envidia como para desearlo, porque igual me daba miedo que me pasara (o si no iba y me quebraba no más po). 
   Ahora que me pasó, y ya sé qué se siente y cómo es, estoy segura que envidia no es para nada lo que se tiene que sentir. 
automáticamente en mi mente, cada vez que siento el tirón del dolor
   Juntando todas las experiencias en torno a los yesos, cuando empiezo a hacer memoria de lo que dice la gente cuando los ve, creo que una de las frases más frecuentes es "a todos les pasa alguna vez", y me suena casi a condena a esta altura. Como recomendación, recuerdo que una profesora en el liceo tenía pegada la frase "mala pata, flacx" y creo que es lo mejor que se puede decir, si es que se quieren evitar futuras desgracias. 

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